en

Una mirada en profundidad a la importancia del magnesio en el cuerpo humano

El magnesio es un mineral crucial que el cuerpo humano necesita para funcionar correctamente. Desempeña un papel importante en múltiples reacciones bioquímicas, ya que más de 300 sistemas enzimáticos del cuerpo humano necesitan magnesio para llevar a cabo sus funciones. Entre ellas se incluyen la síntesis de proteínas, la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en sangre y la regulación de la presión arterial.

El magnesio también es necesario para la producción de energía, ya que interviene en la conversión de los alimentos en energía. Contribuye al desarrollo estructural de los huesos, ayuda a la síntesis de ADN y ARN y participa en el transporte activo de iones de calcio y potasio a través de las membranas celulares, un proceso fundamental para la conducción de los impulsos nerviosos, la contracción muscular y el ritmo cardiaco normal.

Las fuentes alimentarias naturales de magnesio son las verduras de hoja verde, las semillas, los frutos secos y los cereales integrales. El pescado y los productos lácteos también contienen una cantidad decente de magnesio. También se pueden tomar suplementos de magnesio cuando la dieta por sí sola es insuficiente para cubrir las necesidades de una persona.

Por lo general, se recomienda que los hombres adultos ingieran entre 400 y 420 mg de magnesio al día y las mujeres entre 310 y 320 mg al día. Aun así, la cantidad exacta puede depender de varios factores, como la edad y el embarazo.

Funcionalidad del magnesio

El magnesio es un nutriente vital que participa en cientos de reacciones bioquímicas y metabólicas diversas de nuestro organismo. Interviene en la síntesis de proteínas, la comunicación intercelular y es una pieza clave en los procesos de transmisión de iones fundamentales como el calcio y el potasio.

Además, el magnesio contribuye a la contracción y relajación de los músculos, y prácticamente todos los procesos biológicos a los que nos sometemos necesitan la participación del magnesio. La falta de magnesio en el organismo puede dar lugar a múltiples problemas de salud:

  1. Molestias neuromusculares: Los calambres musculares, las contracciones de los párpados y el entumecimiento u hormigueo en las extremidades se asocian a menudo con la deficiencia de magnesio. El dolor muscular crónico y los temblores anormales son signos probables de niveles inadecuados de magnesio.

  2. Osteoporosis: Contrariamente a la creencia popular, la osteoporosis no siempre se debe a una carencia de calcio, sino que puede ser consecuencia de una carencia de magnesio. El problema surge cuando el calcio de nuestros huesos se filtra y se acumula en el torrente sanguíneo por diversas razones. En este caso, los huesos carecen de calcio, pero el organismo no sufre una carencia general de calcio. Para contrarrestarlo, a menudo es necesario tomar suplementos de magnesio, que permiten que el calcio depositado en el torrente sanguíneo vuelva a la matriz ósea.

  3. Artritis y cálculos de calcio: Factores como los cálculos biliares, renales, urolitiasis e incluso la artritis pueden ser desencadenados por la deficiencia de magnesio. El exceso de depósitos de calcio en el torrente sanguíneo con el tiempo puede conducir a la formación de estos cálculos de calcio en diferentes regiones.

  4. Problemas cardiovasculares: Afecciones como la hipertensión, la arritmia cardiaca y la aterosclerosis también pueden indicar una falta de magnesio.

  5. Trastornos del sistema nervioso: Problemas como dolores de cabeza, migrañas, confusión cognitiva, falta de memoria, insomnio, ansiedad y depresión pueden surgir debido a niveles inadecuados de magnesio. Se sabe que varias formas de suplementos de magnesio, como el glicinato de magnesio y el treonato de magnesio, mejoran los patrones de sueño y ayudan significativamente con los problemas neuropsicológicos.

  6. Fatiga y ralentización metabólica: Si se siente cansado y débil de forma persistente o tiene un metabolismo lento, puede que le interese tomar suplementos de magnesio. Nuestra energía surge de las mitocondrias de nuestras células, que producen ATP (trifosfato de adenosina), una sustancia química orgánica compleja que proporciona energía para impulsar muchos procesos en las células vivas. La generación de ATP por las mitocondrias implica numerosos pasos, todos los cuales requieren la presencia de magnesio.

Más allá de los síntomas mencionados, muchas otras afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, la pérdida de audición y la eclampsia, pueden aliviarse con una suplementación adecuada de magnesio. En última instancia, el papel polifacético del magnesio en nuestro organismo subraya la importancia de mantener unos niveles sólidos de magnesio para la salud y el bienestar general.

¿Cómo determinar la carencia de magnesio?

Tras nuestro debate sobre los síntomas de la deficiencia de magnesio y las ventajas de los suplementos de magnesio, quizá le haya surgido una pregunta: "¿Cómo puedo discernir si sufro una carencia de magnesio?".

Uno podría considerar que un viaje al hospital para un análisis de sangre es una respuesta fácil. Por desgracia, no es tan sencillo. La mayoría de los hospitales realizan pruebas centradas en los niveles séricos de magnesio, pero no son especialmente esclarecedoras. Esto se debe a que el contenido de magnesio en nuestra sangre constituye menos del 1% del magnesio total de nuestro cuerpo. Por lo tanto, un informe sobre el magnesio sérico que indique niveles normales no equivale necesariamente a la ausencia de una deficiencia de magnesio en el organismo.

Si, por el contrario, sus niveles séricos de magnesio son bajos, implica una carencia grave de magnesio. Cualquier suplementación iniciada en este punto podría mostrar efectos más lentos porque el magnesio satisface inicialmente las necesidades de las células o tejidos más deficientes del organismo. Sólo después de que se atiendan estas áreas aumentarán los niveles séricos de magnesio. En consecuencia, confiar únicamente en el magnesio sérico como indicador no es un método que yo respaldaría normalmente, ya que unos niveles normales no eximen de la posibilidad de una deficiencia de magnesio.

Una medida algo más fiable que el magnesio sérico es el nivel de magnesio en los glóbulos rojos, pero tampoco es la más precisa.

Dos métodos específicos ofrecen las evaluaciones más precisas:

1. Biopsia muscular de magnesio: Este examen consiste en una biopsia de nuestras células musculares esqueléticas para determinar sus niveles de magnesio. Si estos niveles son satisfactorios, se puede concluir con seguridad que usted no tiene carencia de magnesio.

2. Magnesio en las células epiteliales sublinguales: El nivel de magnesio en las células epiteliales sublinguales generalmente representa el nivel total de magnesio en el cuerpo. Por lo tanto, la ausencia de deficiencia en estas células probablemente confirma que usted no tiene deficiencia de magnesio en general.

Siempre que estos métodos precisos puedan no estar disponibles o ser inviables para algunos, o si su centro médico local carece de los aparatos para estas pruebas, la observación de los síntomas físicos es un enfoque práctico.

Síntomas como calambres musculares, temblores inusuales, tics en los párpados, hipertensión, insomnio y dolores de cabeza persistentes pueden indicar una posible carencia de magnesio. Si experimenta estos problemas, iniciar un régimen de suplementos de magnesio y observar las mejoras puede ofrecer un indicador indirecto pero práctico de su estado de magnesio.

Cómo elegir el suplemento de magnesio adecuado

A la hora de decidirse por un suplemento de magnesio, la amplia gama de opciones del mercado puede parecer abrumadora. Desglosemos este proceso para entender mejor qué suplementos considerar y cuáles evitar.

Empecemos por los suplementos que generalmente no se recomiendan:

1. Óxido de magnesio: Aunque frecuentemente disponible y barato, el óxido de magnesio presenta una biodisponibilidad muy baja, con una tasa de absorción de sólo 4%. Esta baja absorción hace que sea más probable que cause diarrea y puede no aliviar significativamente los síntomas físicos asociados con la deficiencia de magnesio. Sin embargo, podría ser beneficioso en algunos casos.

2. Sulfato de magnesio: Al igual que el óxido de magnesio, la utilización por absorción oral del sulfato de magnesio es considerablemente baja. Si se ingiere en exceso, la porción no absorbida podría dar lugar a una presión osmótica en el intestino, provocando diarrea. Utilizado principalmente como laxante, también puede administrarse por vía intravenosa en un entorno hospitalario para tratar afecciones como la eclampsia, la preeclampsia y el asma.

3. Aspartato de magnesio: Aunque esta forma de magnesio se vende comúnmente y tiene una alta tasa de absorción, la combinación de magnesio y ácido aspártico puede crear efectos adversos con el tiempo. Su uso a largo plazo puede presentar cierto nivel de neurotoxicidad, por lo que este suplemento no es recomendable en general.

Después de comprender qué suplementos hay que evitar, pasemos a explorar tres tipos recomendados de suplementos de magnesio:

1. Citrato de magnesio: Presume de una mayor tasa de absorción que el óxido de magnesio y puede ayudar a aliviar el estreñimiento. Tras la absorción intestinal, este suplemento ayuda a normalizar la contracción y relajación muscular en los intestinos, lo que resulta en un movimiento intestinal más eficaz.

2. Glicinato de magnesio: Conocido por su alta tasa de absorción y menor probabilidad de causar diarrea, empareja el magnesio con el aminoácido glicina. La glicina contribuye a la síntesis de colágeno y a la producción de antioxidantes y tiene efectos calmantes que reducen la ansiedad y mejoran el sueño. En general, el glicinato de magnesio es un suplemento equilibrado y beneficioso para diversos problemas relacionados con el magnesio.

3. Treonato de magnesio: Surgido como un nuevo tipo de magnesio, este suplemento puede atravesar la barrera hematoencefálica, lo que lo hace más eficaz para tratar problemas relacionados con el cerebro y el sistema nervioso como el insomnio, la mala memoria y los dolores de cabeza recurrentes. Sin embargo, suele ser más caro.

Otras opciones son el malato de magnesio, el gluconato de magnesio, el taurato de magnesio, el orotato de magnesio y el cloruro de magnesio, cada uno con sus beneficios que pueden elegirse en función de las necesidades individuales:

- El Malato de Magnesio, similar al Citrato de Magnesio, ayuda con el dolor muscular.
- El gluconato de magnesio es altamente biodisponible y beneficioso para la fatiga, los problemas estomacales, los calambres en las piernas y para ayudar a la quelación de metales pesados del organismo.
- El taurato de magnesio, aunque caro, ofrece considerables beneficios para la recuperación del ejercicio, beneficios antioxidantes y antiinflamatorios, y ayuda en la gestión de la sensibilidad a la insulina.
- El orotato de magnesio, aunque caro, se dirige específicamente a los deportistas que buscan mejorar su rendimiento.
- El cloruro de magnesio ayuda a sintetizar más ácido estomacal, por lo que es adecuado para personas con poca acidez gástrica o mala función digestiva.

Recuerde que el suplemento de magnesio más eficaz depende de los objetivos y requisitos de salud individuales. Consulte siempre a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier nuevo régimen de suplementos.

 

Deja una respuesta

GIPHY App Key no está configurada. Por favor, compruebe ajustes

¿Cómo equilibrar los niveles de testosterona y aumentar la eficiencia de pérdida de grasa en las mujeres?

Ocho signos reveladores de que sus niveles de testosterona pueden ser demasiado bajos